jueves, 3 de octubre de 2013

Erre que erre








—Préstame la guitarra— fueron sus primeras palabras. Elena tenía cierta fijación por lo imposible, si algo destaco de ella diría que la tozudez. 
Era Noche Vieja de mil novecientos sesenta y cincoEn la radio del coche sonaba My Generation de «The Who», mientras, eotra parte de la ciudad, en el club «La fuga», esperaba el resto del grupo afinando los instrumentos para tocar en el cotillón. Ella, en el trayecto, canturreaba la canción con la cabeza apoyada en la ventana a la vez que jugueteaba con un mechón de su cabello. 
—No habrás dejado la guitarra atrás con las prisas… 
— ¿La guitarra? No…Ya me ocurrió una vez… y dos ya son muchas. Pero gracias por recordármelo— Despegué una mano del volante y le acaricié la mejilla con suavidad. Estaba más hermosa que nunca. Los deseos por besarle hicieron que me olvidara de la conducción. 
— ¡Luis, ese coche…! 
Y eso es lo último que recuerdo.  
Cada día iba a tocarle los acordes de aquella melodía junto a la cama del hospital hasta que, por fin, despertó del coma. 


Sí Doctor, me estrelló la guitarra contra la cabeza porque no soportaba más aquella musiquita. Pero lo hizo con amor. 



Esperanza

lunes, 17 de junio de 2013

Preguntas plebeyas sobre el día de san Patricio

Alegrías. Julio Romero de Torre




Por San Patricio 17 marzo 


Que alguien me explique por qué últimamente hay tanta devoción a San Patricio, tengo unos años y parece que me acabo de caer de un guindo. Ya sé que es el patrón de Irlanda y que desde el año 97 se celebra con más entusiasmo en este país, es decir... a lo grande pero grande... Nada menos que cinco días de fiesta, como mínimo. Datos contrastado de 2006... así que ahora no sé a cuántos se ha alargado el festín y ¡vaya festín! Se hace, sobre todo, para atraer al turismo. Sé también que en  EEUU los soldados irlandeses ya desfilaban desde finales de 1700 en honor al Santo...Y que todo se adorna con verde y que se ha extendido por todo el mundo. Pero, a los seguidores del santo ,que os multiplicáis por segundo, quisiera preguntaros  ¿qué celebráis? ¿qué sentís? ¿desde cuándo lo celebráis?  Lo pregunto sin ironía, en serio.

 Por lo que veo... comienzo a sentir que me he perdido algo. En Albuñol (Granada)  se celebra este día también, todo el fin de semana, porque es su patrón..., pero es un pueblo con historia y su festividad se celebra como en todo municipio español respecto a su santo patrón, y le tocó a Patricio porque, según fuentes de información, dice la tradición que apareció una imagen del santo en la playa proveniente de los restos de un naufragio de un barco irlandés. (Vamos, ya hasta los santos son colonos). Me imagino el día del encuentro, allí la imagen de madera flotante entre los restos del barco y rodeado de muertos. ¡Qué milagro!

A ver, yo viajo poco y no sé hasta dónde llega, por ejemplo, el día de la virgen del Rocío que tanto devoto tiene, no me digáis que en Irlanda celebran los nativos la romería... madre...que luego hablan de los españolitos que estamos siempre de fiesta. ¡Esto es un negociazo! Siempre lo he oído en casa, la IGLESIA es la mayor empresa del mundo. Y si da para comer y montar negocios..., ¡viva Santa Alcantarilla y la Virgen del STOP! Eso lo digo yo.


Venga una cervecita fresquita que invita el Santo...va por ustedes.

martes, 28 de mayo de 2013

Corazón de pera

Murillo "Mujeres en la ventana"


Otro día pasará en la duda de si os gusto.
Más... si decidierais hacerlo, mi señor...
el decir que os agrado, por amor...,
tenga vuestra merced diligencia en el acto.

Pues si corazón de pera
o... hueso de dátil en el momento comiera...
causaría lo que yo por vos… hiciera:
morir a la primera...

Y eso..., gentil caballero,
aunque dijerais que os agrado…
para mi no sería afortunado.

Pues malogrado corazón
que no fue apareado
moriría del disgusto...
si feneciera yo del susto.

...........

Esperanza

lunes, 27 de mayo de 2013

Colirio del cielo


William Adolphe Bouguereau. "La Nuit"



Por tener los ojos grandes...
éntrenme forraje chico y bicho grande.
No hace falta remolino ni ventisca,
sólo leve brisa y quédeme bizca.



Hablaré por experiencia vivida.
Para no dramatizar...no diré sufrida.

Aunque la sensación desagradable...
de tal hecho inoportuno...
en la memoria la tengo estable.



Las aves, “criaturas que adornan el cielo”...
¡por el campo han de mantener su vuelo!



¿Qué os hizo pajarillos?, ¿qué os hizo mi persona?

¿Para ensañaros así por las calles de Carmona?


Blanca camisa la que lucía...
poco duró limpia ese día.

Más si fuera sólo una vez...
no lo tuviera en cuenta,
pero este fatídico hacer,...
si no lo repiten... ¡ellas revientan!



Si terminase aquí todo...
no tendría relevancia lo que cuento.

Y todos dirían : ¡me importa un pimiento!
Pero como reírme luego me gusta de mis cosas...
narro lo siguiente en verso mejor que en prosa:



Caminante nuevamente, para no variar la situación,
me encontraba esta vez manteniendo conversación;

cuando algo en mi ojo de lleno impactó,
interrumpiendo de golpe el paso y orientación.



Tuerta unos minutos estuve por la obstrucción
buscando la causa que me diera explicación.
Entre carcajadas y lágrimas de las risas...
mis acompañantes en contarme no se dieron prisa.


¿De qué os reís bestias fraternales?

¿Qué os provoca tanto lúdico entusiasmo?
¿Qué veis en mi ojo?... ¡jineta y asno!



No hicieron falta más indicaciones.
Con el ojo útil que tenía en aquel momento

levanté la vista abriendo el otro en un intento;
¡y cuán desagradable sorpresa la mía!
Al ver el pájaro revolotear todavía.
Por eso hablo de puntería...



Y si de burros que vuelan
oigo a la gente hablar...
¡échome a temblar!

Pues embadurnarme no quisiera
al descargar sobre mí...
lo que el animal comiera.



Ya escribiré otra a los lindos perritos
desahogándose por las calles

de la mano de sus amitos....

 .....

A los pajarillos de mi cabeza,

Esperana

viernes, 24 de mayo de 2013

Sabes...




William Adolphe Buoguereau


Sabes, sublime goce del paladar.
Sabes, magnífica obra natural.
Sabes que por ti espero la eternidad.
Más cuando llega el día anhelado
fríos y días cortos han pasado.

Mi gratitud a tu existencia
es algo de la inconsciencia.
Actúo tal si por primera vez en mí entraras,
pues placeres mejores no probara…

Avívame con tu salero caprichoso.
Alégrame con tu color ruboroso.
Vierte en mí el aceite de tu esencia
y deleita mis ojos con tu presencia.

¡Oh, manantial de sabores!
Mis labios incansables probarte quieren,
si no los hidratas se hieren...,mueren.

Injusticia costumbrista la que padezco.
¡Gritar debo o fallezco!
¿Por qué he de esperar tres estaciones?
¿Por qué al fuego del hogar no vienes,
sin esperar el calor del estío?...
pues probarte quiero con el frío.

Que entre en mí tu calor picante,
hazme siempre tu amante.
Que arda en invierno mi paladar,
y temple el tono del brasero
pues ya no servirá para abrigar.

..........


A mi sabroso gazpacho,

Esperanza.




miércoles, 15 de mayo de 2013

El "quijotado" vendedor de prensa



¡¡Noticia, notición!!
¡Salid de las casas!
¡Salid del salón!

¡Asomaos a la ventana!
¡Asomaos al balcón!

¡Qué me pelo la garganta!
¡Qué me quedo sin la voz!

A los curiosos de la panadería...
¡Dejad reposar al pan
que engordáis por día!
Y escuchad lo que a voces cuento.
Que las palabras
no se las lleve el viento.

¡¡Extra, extra!!
Vendo información a buen precio.
Y de regalo…
¡La Conjura de los Necios!

Es a gusto del cliente.
¡Frotaos las manos...
y afilaos los dientes!

Pues lo que para uno bueno resulta...
al otro... más bien asusta.




Una divertida novela traigo
que al recordarla...
de la risa...casi me caigo.

Don Quijote de la Mancha y su fiel lacayo...
se encuentran con un amigo que les vende un sayo.
Sancho se lo prueba y grande le viene.
A escondidas del señor,
que con el caballo se entretiene...,
a su medida lo ajusta
pensando que al amo...
no le disgusta.

Más... fatídico día para tomar decisiones.
La del cortar el sayo
trajo...¡mil maldiciones!


No teniendo suficiente
con remendar a su gusto la prenda...
salta del burro al caballo
 y lo coge de las riendas.

La situación que se crea es la gracia.
Una novela picaresca de mentiras y falacias.

Tantas horas de cabalgadura compartida.
Tantas historias de fantasmas vividas.
Hacen que enloquezca el pobre Sancho,
viendo lo estrecho...más bien  ancho.
Las perdices que por el campo revolotean
¡confundiòlas con gallinas que aletean!

Mi señor-decía el buen hombre-.
Aun vos que de alta alcurnia sois...
y que de letras estáis culto...
a mi burro no le habéis puesto nombre.


Tranquilo fiel amigo.
Todo llega a su momento.
Despójate del nuevo atuendo
que por no llevar libros conmigo...
la inspiración me la dará el abrigo.

Y le entregó a duras penas...
lo que fue sayo en su día.
Sin saber el inocente...
lo que después vendría.

El hidalgo, embaucado por la locura,
al verlo recortado...
¡le entró la bravura!

¡Qué hicisteis lagartija!
¡¡Esto era mi sortija!!

¡Ni Dulcinea, ni Rocinante!
Nada apreciaba más...
¡que este atuendo de caballero andante!

Pero... no se enfade mi señor.
Esto tiene arreglo fácil,
cambiemos los papeles...
y hagamos de Mariachis.

Orgulloso de vos estoy.
¡Cuán maravillosa idea...
la que habéis tenido!
Pues os tenía por ruin y por dormido.

Sube a la tartana,
mi sitio os dejo.
¡Qué caramba,
sois bien grueso!
Iré andando,
no me quejo.

Y así estos dos amigos...
que entre ellos se entendían...
con guitarras y trompetas
viajaron por Castilla...
sin caballo pero con silla.

Jesús Helguera


                                                                                  

                                                                            Esperanza

domingo, 12 de mayo de 2013

Ven


William Adolphe Bouguereau

Te acerco a la carnosidad de mis labios apretándote entre mis dientes.
Pronto, tu cuerpo entra en calor como gélido metal ansioso de lumbre. Ya mi índice, ya pulgar, a los que pellizcas con levedad, abren cuidadosamente tu tímida boca a punto de doblegar. Te sostengo como nota musical ―como DO, como SI, como LA...―  unos segundos mientras la sangre se agolpa y el latido del corazón se hace sentir en las falanges de mis dedos. Ven ―te digo―, acaricia mis cabellos con suavidad, como hace el viento sin brío. Ven, pero muerde al tiempo con fuerza de joven zagal,  forjada en el campo con el estío... y en invierno con el frío...a la voz del capataz.


A la horquilla de mi melena.



Esperanza

martes, 7 de mayo de 2013

Cualquier cosa



William Adolphe Bouguerau


Hace una semana  vi a mi amiguita Blanca y aun no he salido de mi asombro tras oír sus palabras a viva voz, como casi con enfado, cuando desveló lo que era para ella uno de sus más ocultos secretos, al decir que yo, ― mujer hecha y derecha que escribe estas letras―, era «su mejor amiga». No se..., siento algo que no consigo explicar, está entre el asombro por la grata sorpresa y la felicidad. Es una revelación muy hermosa si tenemos en cuenta que los niños siempre dicen la verdad. Y Blanca, mi Blanquita, es de fiar. Ella dice la verdad. Dijo que me llamaría por teléfono y me llamó, ¡y vaya conversación! Parecíamos dos amiguitas de toda la vida.

Y es que...los niños son una caja de sorpresas y al mismo tiempo el mundo para ellos está lleno de un sinfín de misteriosas sorpresas.


La imaginación de muchos deja boquiabierto a más de uno y he de reconocer que soy una de esas víctimas alucinadas constantemente por el comportamiento de tales individuos. Bueno... yo fui niña y tú también, así que sabemos de lo que hablamos.


Pero el niño, la niña, por el ciclo de la vida va haciéndose mayor, y ya en la adolescencia pasa de las ocurrencias del ingenio a la ʻsosa... cáusticaʼ por no decir sosez porque esta palabra no existe. Ya la gracia vivaracha infantil se hace patosa, muy patosa. Lo que más le preocupa por encima de todo es ese indeseable gallo que sin piedad sale del corral y canta cuando no debe, o ese púber grano que acapara la delicada tez empolvada de la feminidad. En fin, una injusticia con todas sus letras; aunque después... claro, después, cuando todo ha pasado, uno se ría recordándolo.

Pero en esos momentos en los que no hay nada más que te preocupe que la metamorfosis de tu rostro, en esos inolvidables momentos, el espejo, únicamente el espejo, es tu mejor amigo. Ni perro-lobo fiel, ni gato que te maúlle, ni niño cansino de vecino que entre piropos de agasaje. Sólo tu hermana o hermano y tu espejo. Ellos, como Blanca, siempre dicen la verdad. Aunque... sin duda alguna... en esta edad es mejor la fidelidad hacia el espejo que a tu propio hermano. Porque ese infatigable compañero de juegos, esa personita con quien duermes toda la noche con la luz encendida por si la ʻmano negraʼ aparece del water o del pozo del tío Martinito de agua salobre (a saber qué haría allí el hombre en esas profundidades), sí, ese fraternal personajillo, casi te rendirá culto con la sabia y maliciosa intención de recibir de ti las lindezas de las que te creías poseedor. Puro interés aunque sea tu hermano. Todos hemos sido hermanos o hemos tenido un amigo-hermano y sabemos de lo que hablamos.


Mi pregunta es la siguiente: ¿Por qué una vez pasado el tránsito pubertino (palabra inventada) las personas no recuperan ese afán de niño por seguir descubriendo lo que le rodea? Hay tantas cosas a nuestro alcance de las que podemos disfrutar como niños y, sin embargo, no se aprecia o no se quiere apreciar, que por lo menos yo me niego a desaprovecharlas: Hoja que cae de la parra me impresiona, pavo que canta cuando el perro ladra me impresiona, verdina que cubre la encalada pared me impresiona, caracol que sale de debajo de la maceta dejando estela plateada me impresiona, miradas que sin palabras lo dicen todo me impresiona, amigos que están y luego se van y quedan en ti me impresiona, el efecto del amor, el efecto del dolor, el efecto del afecto impresiona. La impresión si va unida al goce, y lo repito... unida al goce, hace que la vida tenga más sentido. Y como hay más goces que sufrimientos, aunque los últimos tarden en desalojar el alma, no deberíamos desaprovecharlos ni un momento.


Aun llueve, ¿cómo brillarán las hojas de mis plantas? Mañana, de día, iré a mirarlas.


Esperanza

jueves, 2 de mayo de 2013

Hojas del laurel

William Adolphe Bouguereau



Deleitándome con la Zarzuela
a mi pensamiento han venido,
tal imborrable dolor de muelas...
nuestros momentos compartidos.

Así podría comenzar
una poesía a tu persona...
con ripio y música al compás,
por si el verso desentona.

Bonito estaba quedando,
lo de la Zarzuela, ya ves...
Aunque antes, amiga, quiero
elogiarte con laurel.

Pero no encuentro árbol en el campo,
ni entre las especias de mi alacena...
ramita de tallos verdes
para cubrir tu melena.

Cada palabra será una hoja
que tu frente rodeará,
tú calla como una diosa
y escucha esta verdad:

Si la vida fuera un juicio
y mi castigo tu  amistad...
¡Bendita sentencia la mía
y quién me quiera condenar!



                                                                                                               Esperanza




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